Muchedumbre no es multitud. Las muchedumbres se convocan "ex profeso" o surgen espontáneamente, acuden a una llamada exterior o interior, se agolpan en sí mismas, pero rara vez confunden. Las muchedumbres marcan el ritmo de cierta vida social: la de los actos que requieren grandes aceptaciones o grandes respuestas. Las muchedumbres tienen su propio ritmo y te permiten entrar o salir a voluntad.
Las multitudes agobian y aplastan. La multitud es un exceso, una demasía, un sobrar de gentes convertidas casi en hordas incontroladas y amorfas.
jueves, 15 de julio de 2010
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