martes, 27 de julio de 2010

Envidia

Ganas de sufrir perfactamente evitables. Procede de esa manía tan humana de considerar a los otros como paradigmas en vez de como interlocutores, de empeñarse en copiar en vez de en pensar. La envidia se fundamenta en el error de considerar que las personas son magnitudes comparables entre sí, cuando la verdad nos dice que cada una es un regalo nuevo y radicalmente diferente de cualquier otra.

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